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Melocotones

13 de noviembre de 2012

Iris

... He comprobado que casi todo lo que se ha escrito sobre el amor es cierto. Shakespeare dijo: << los viajes terminan con el encuentro de los enamorados>>. 
...Ohh! que idea más extraordinaria. Personalmente nunca he experimentado nada ni remotamente parecido a eso, pero estoy convencida de que Shakespeare si. 
Supongo que pienso en el amor más de lo que debería. Me admira constantemente su abrumador poder de alterar y definir nuestras vidas
También fue Shakespeare quien dijo que el "amor es ciego"; pues bien, estoy segura de que eso es verdad.

Para algunas personas, de forma inexplicable, el amor se apaga. Para otras el amor, sencillamente se va. Si bien es cierto, por supuesto, el amor también puede encontrarse aunque sea solo por una noche
Sin embargo... existe otra clase de amor, el más cruel, aquel que prácticamente mata a sus victimas. Se llama, amor no correspondido. Y en ese apartado soy una experta.

La mayoría de historias de amor hablan de personas que se enamoran entre si. Pero, ¿qué pasa con los demás? ¿quién cuenta nuestra historia?, la de aquellos que nos enamoramos solos. Somos víctimas de una aventura unilateral, somos los malditos de los seres queridos, los seres no queridos. Los heridos que se valen por si mismos, los discapacitados sin plaza de aparcamientos reservada. Sí, estáis viendo a una de estas personas. 
He amado por voluntad propia a ese hombre durante tres amargos años. Sin duda los peores de mi vida. Las peores navidades, los peores cumpleaños, noche viejas que acaban con lágrimas y valium.
Estos años en que he estado enamorada han supuesto los días más nefastos de mi vida. Y todo por que he sufrido la maldición de enamorarme de un hombre que no puede, ni quiere corresponderme...

Iris [Kate Winslet] 
The Holiday

Derechos de la imagen "mundo corazón.com"

4 de mayo de 2012

Viaje Interior I




Hace unos días dieron un documental de la BBC de un viaje al interior del cuerpo humano. Vi praderas, desiertos, acantilados, llanuras, cascadas, lagos. Vi las marismas del cerebro. Vi kilómetros y kilómetros de autopista intestinal. Vi el peaje de los riñones filtrando. Vi el aristocrático y sofisticado hígado. Vi paisajes pulmonares espectaculares. Células, nervios, músculos, arterias, ovarios..., corazones de infarto. Vi incluso ríos de glóbulos rojos. Pero en 
ningún momento vi el mar. 


Texto:  Amelia Almeda

29 de febrero de 2012

Sarah Marmota

Cuando hago cualquier dibujo, del tipo que sea, si me gusta y pienso que está medianamente bien como para mostrarlo, disfruto de las opiniones de mis amigos. Por eso, cuando terminé los bocetos de Mr. Marmota, lo primero que hice fue enviárselos a unas amigas. Necesitaba comprobar que eran capaces de ver una marmota sin que yo les dijera que era. Evidentemente ellas solo vieron, roedores y ratones…. ¡qué frustrante!
Pero mi amiga Sarah tuvo el detalle de expresar cuanto le gustaba y aun cuanto le gustaría que la hiciera a ella en versión marmota.
Por ello, me complace presentaros a ¡Sarah Marmota!
Gracias Sarah, por animarme a hacer esta “reinterpretación” de tu persona. A veces solo nos hace falta un empujoncito, para saber de lo que somos capaces de hacer.
¡Espero que les guste!
Ilustración: Mr.Marmota


Mr.Marmota

Estoy en este momento trabajando en mi avatar para el perfil de Mr. Marmota y se me ha ocurrido la estupenda idea, de mostraros los bocetos de los posibles candidatos a ser la imagen de mi perfil.
Sé que no son muchos los que me siguen, ni me leen, pero se me ha ocurrido que podría ser interesante, que fueran ustedes mismos los que me ayudaran a elegir el que será el boceto final.
¿Cómo? pues muy fácil, a través de vuestros comentarios en la entrada. El boceto que más aceptación tenga será el seleccionado.
Sobra decir, que son simples bocetos y que aun hay que definirlos mejor… 
¡¡Ánimense!!
Ilustraciones: Mr. Marmota
 

 

Abedules

Cuando veo abedules oscilar a derecha
y a izquierda, ante una hilera de árboles más oscuros,
me complace pensar que un muchacho los mece.
Pero no es un muchacho quien los deja curvados,
sino las tempestades. A menudo hemos visto
los árboles cargados de hielo, en claros días
invernales, después de un aguacero.
Cuando sopla la brisa se les oye crujir,
se vuelven irisados cuando se resquebraja
su esmaltada corteza. Pronto el sol les arranca
sus conchas cristalinas, que mezcla con la nieve...
Esas pilas de conchas esparcidas diríase
que son la rota cúpula interior de los cielos.
La carga los doblega hacia los mustios
matorrales cercanos, pero nunca se quiebran,
aunque jamás podrán enderezarse solos:
durante muchos años las ramas de sus troncos
curvadas barrerán con sus hojas el suelo,
igual que arrodilladas doncellas con los sueltos
cabellos hacia atrás y secándose al sol.
Más cuando la Verdad se me interpuso
en la forma de un hecho como la tempestad,
iba a decir que quizás un muchacho,
yendo a buscar las vacas, inclinaba los árboles...
Un muchacho que por vivir lejos del pueblo
sólo sabe jugar, en invierno o en verano,
a juegos que ha inventado para jugar él solo.
Ha domado los árboles de su padre uno a uno
pasando por encima de ellos tan a menudo
que nada les dejó de su tiesura.
A todos doblegó; no dejó ni uno solo
sin conquistar. Aprendió la manera
de no saltar de un árbol sin haber conseguido
doblarlo contra el suelo.
Conservó el equilibrio
hasta llegar arriba, trepando con cuidado,
con la misma destreza que uno emplea al llenar
la copa hasta el borde, y aun arriba del borde.
Entonces, de un envión, disparaba los pies
hacia afuera y saltaba del aire hasta la tierra.
Yo fui también, antaño, un columpiador de árboles;
muy a menudo sueño en que volveré a serlo,
cuando me hallo cansado de mis meditaciones,
y la vida parece un bosque sin caminos
donde, al vagar por él, sentirnos en la cara
ardiente el cosquilleo de rotas telarañas,
y un ojo lagrimea a causa de una brizna,
y quisiera alejarme de la tierra algún tiempo,
para luego volver y empezar otra vez.
Que jamás el destino, comprendiéndome mal,
me otorgue la mitad de lo que anhelo
y me niegue el regreso. Nada hay, para el amor,
como la tierra; ignoro si existe mejor sitio.
Quisiera encaramarme a un abedul, trepar,
por las ramas oscuras del blanquecino tronco
y subir hacia el cielo, hasta que el abedul,
doblándose vencido, me volviese a la tierra.
Subir y regresar sería muy hermoso.
Pues hay cosas peores en la vida que ser
un columpiador de árboles.
Robert Frost
Ilustración: Mr. Marmota

28 de febrero de 2012

El Mecánico del Arte


John Chamberlain nació el 16 de abril de 1927 y falleció en Diciembre del 2011, estudió en el Art Institute de Chicago y entre 1955 y 1956 formó parte del Black Mountain College, por aquel entonces uno de los entornos más abiertos a las nuevas teorías y experiencias artísticas del planeta.
Se dio a conocer por ser el primero en utilizar como material creativo los "metales encontrados", sobre todo chasis y trozos de coches aplastados y doblados, que utilizó con gran libertad creativa, exaltándolos por medio del color. Llegando así a ser conocido por los medios como “el mecánico del arte”. Además de sus trabajos escultóricos también experimentó con la fotografía y realizó dibujos, pinturas al óleo e incluso se dedicó a la dirección de películas como “Wedding night”, “The Secret life of Hernando Cortez” y “Wide point”.
El inconfundible discurso escultórico de John Chamberlain se basa sobre la práctica del ensamblaje de chapas y chatarras de coches, cortadas, plegadas, comprimidas y combinadas en estructuras abstractas complejas sin armaduras; simplemente buscando la armonía de los fragmentos, a modo de collage.
Se consideraba a sí mismo como «un collageista». De hecho, hablando de su trabajo afirma: «no tengo una idea preconcebida de lo que voy a hacer cuando entro en el estudio. Cualquier cosa que me salga es tan buena como cualquier otra. Si planifico algo - haré esto y esto - nunca aparecerá». 
Richard Serra (1939), afirmó: «John logró elevar el romanticismo y la mitología del Expresionismo Abstracto. Él dio a los demás artistas el permiso para hacer cosas que ellos no hubieran hecho nunca sin su ruptura».
Aquí les dejo unas imágenes de sus magnificas esculturas. Las cuales me inspiran en gran manera para la creación de una colección de ropa.