¡Bienvenidos/as!

Y por fin, después de buscar la letra ideal, el color perfecto o la plantilla que mejor se amoldara a la idea que tenía para este blog, llegué a la conclusión de que todo eso sería un proceso que llegaría poco a poco, a la medida en la que fuera aprendiendo todos los entresijos de cómo funciona un blog. Por lo tanto, era preferible empezar a trabajar sobre el terreno, a esperar a que todo estuviera perfecto. Así que puedo decir que esté va a ser un blog que va a estar en constante evolución (posiblemente como su creador) y sobra decir que aun estamos en construcción, pero por lo menos YA TENGO UN BLOG.

¿Y qué es lo que podremos encontrar en él? Está pensado básicamente, para contener los trabajos e ideas que se me vayan ocurriendo. Posiblemente, el tema más recurrente del blog será la moda y el arte, dos de mis grandes pasiones entre otras. Pero no será de lo único que trate, ya que cualquier cosa que me valga de inspiración o sea motivo de interés quedará reflejada en estas páginas.

Y antes de despedirme y de comprometerme a actualizar este blog con bastante asiduidad (ya sea a través de mi Blackberry), quisiera agradecer a tres personas, que hoy alguien pueda  estar leyendo esto.

A Jessi Morata, amiga a la cual animé a crear su propio blog y que no lo dudo y lo hizo, creando así un lugar de referencia para muchas y “algunos” internautas, sobre moda y complementos. Gracias por tu apoyo y tu confianza en mis capacidades más allá de lo que siempre he sido capaz de ver.

A Jose Medina Bistéh, por estar durante todo el proceso de creación, y aguantar mis cambios de ideas, mis dudas e inseguridades. Muchísimas gracias por todas las buenas ideas que me has prestado y sobre todo, por la estupenda cabecera que preside lo que viene siendo “The Mechanical Peach”.

Por último, pero no por ello menos importante a Vanessa Quintana, amiga, hermana y confidente, por estar siempre ahí y por ayudarme a caracterizar este lugar de un nombre. ¡Gracias!

Por cierto, me llamo Oliver Jiménez y este es el comienzo de “The mechanical peach”.